No comenzaré a escribir como si fuesen mis primeras palabras, tampoco serán las últimas ni las segundas, lo imparcial parece perfecto para mi.
El café frío me ha acompañado a lo largo de años, y hoy, cuando las divinidades no me permiten seguir en el, se ha abierto esta nueva corriente, esta nueva brisa que me da un poco más de respiro.
Los ojos, esas ventanas que laten prioridades, no mienten, no hablan morse con sus pestañeos, no sueltan mentiras en esa supuesta relación con las basuras que traen las corrientes (esta vez no son marinas). Tampoco es que yo sea la indecente, nadie lo es en esta nueva instancia, pero sí he descubierto que suelo ser culpable, por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa, que la oscuridad es como una gran frazada con dinosaurios blanquecinos que se posan entre mis pensamientos, que no vienen del cerebro, que vienen de este músculo que nos hace latir, nos hace soñar, nos hace creer, nos hace sufrir, nos hace hacer.
He sabido que el amor es algo extraño, que un segundo de un abrazo vale más que 1o horas de llanto, sin embargo, los surcos que dejan esas salinas al bajar de las lagunas no son aptos para la omisión.
También, suele suceder, que uno puede ser un poco estúpido a la hora de estar hablando, que las necesidades no son las mismas siempre y que la vida no es siente siempre mal. Sí, eso he aprendido de mi misma.
Generalmente no me siento cómoda con mi esencia, tampoco con mi presencia, hoy menos que nunca.
La oveja siempre será un poco confidente, desde hoy en adelante. Especial confidente entre letras, especial confidente en la misma alma. En mi.
Aprendí que la gente tiene derecho a ser feliz, y que mi inseguridad está en un nivel un poco más bajo, sin embargo, también aprendí que no se va porque SE que la culpa es mía, porque me lo digo, porque me lo dice, porque lo necesito yo a él, y él tal vez .. y yo amo, como siempre, tanto, como en el principio, como en el futuro, como no se ha sabido, como tal vez él no sabe, como trataré de que sepa, y con culpa, con mucha culpa por la sensación de "culpabledetodo".
Buenas media tarde
Sólo puedo decir una cosa: el amor siempre nos vuelve tan vulnerables... Pero no entiendo porqué sientes tanta culpa. Soy tu primer comment! Ánimo, escribes genial <3
ResponderEliminarAy ale, no es que no sepa, es una mezcla de cosas, las típicas que siempre hablamos, y estas otras que escribí acá, y no es que yo siempre lo sienta, es que también muchos me lo recuerdan.
ResponderEliminarEl maldito fantasma de la inseguridad...entiendo totalmente. Las luchas que uno libra consigo mismo llegan a ser terribles, y quedai agotado sin haber movido un músculo en todo el día. Lograremos aplacar el asunto algún día?
ResponderEliminarUn abrazo flaca, ánimo y paciencia. Algo (o más de algo) tiene que resultar bien.